¡Locos por Justicia!
- Si, si, lindo el viaje chango, jaja… se me cayó la tortilla, por las patadas del milico ¡que botas! negras, lindas, con esas nada de frío, ni agua, ni mosco. ¡Pumm! Para arriba. Arriba del camión, me amuchao de prepo con el pachequito, no se movia mucho estaba atao, pero lo mismo puteaba y hablaba sin parar sobre la Isabelita, Balbin, Perón el Macho Luna. Otra patada y se cayó. Ahí el camión entró al parque por lao de la confitería, paró y lo a lebantao al Vera, al Loco Vera, taba con las chamizas al humo, el sol se iba, que frío che chango, el mate calentito nos iban a dar, al agua la ponía el loco Perón, paramos y lo subieron a los otros que ya estaban en la once, todos amontonau, aquí apretao como sanguche, casi todos atao y pateau, pero a la Coca a ella no, ¿será porque es chinita nomás?, solo lan chuschao de las mechas, lan levantau y al milico se le pegó la virulana en la mano ¡JA JA JA!
- ¿Por dónde salimos? Creo que por la Roca, mucha tierra, el loco Perón nos daba agua, creo que estaba triste, querían que le griten ¡Perón, Perón! Pero nada, taba triste nomás, bueno la tierra era mejor, porque el frío de la chapa del camión y lo agujero de mi pantalón me yelaban ¡¡que frío ché, que frío!!...
- ¿cúando nos bajaron pa dónde? Nosé no, el cielo estaba lindo lleno de estrellas parecían tucus sí como los tucus de la canchita, ¡lindo el viaje también!, se paró el camión cuando el sol taba grande y rojo payá, mirá payá, ahí justo adonde termina el monte, dicen que es Catamarca donde la gente se baña mucho, y es por eso que nos trajeron aquí, porque yo poco y nada de bañarme, mirá ahí está el cartel “EL BAÑAO DE OHUANTA”, avito era así.
- ¿Qué a pasao? Lo han desatao, pero el Loco Perón y la Coca no se movían, me parece que estaban achilata, lo milico lo empujaron y fue un tierral abajo.
- ¿Después qué? ¿qué? ¿de qué? No había mate cocido calentito ni pan, no había gente ni casas, yo miré pa todo lao maber, ¿dónde estoy? Y ahí nomás el camió salió de raje, brommmmm y chauuu, se fue, jjuuuee. Le gritamo ¿¿eeh, eeeh??, pará paraaá, milico miliquitooo, venítee, cheeeeé.
- ¿Qué hicimos? Se miramos, si, otro se sentaron bajo el arbolito, el vientito era helao, el sol no calentaba todavía nada, y ahora dije a quién le pedimos el pan, la yerba, no tengo el barquito, la fragata pa prender el fuego, taba hermoso de leña, leña por todo lao chango y ni un fósforo, podía prender todo el monte seco y lleno de pozo de vizcachas, comencé a extrañar la miga de la sanguchería de Barboza en Villa Alem, con sabor a aceitito, mayo, juguito de tomate, la mila que hambre me está dando.
- ¿Lo otro? Nosé, José Feliciano sentao bajo una tusca gritó de acá no me muevo, otros caminaron, yo caminé caminé, también, el sol taba fuerte, yo tenía la garganta roja, lo labio partío, la noche se volvió fría de nuevo y sin lu, la luna no estaba y el foco de la calle tampoco, estaba solo ¿y mis vecinos? ¿dónde están? Tengo hambre y no tengo fuego. Alguien se acordó y me a alzao porque yo no me acuerdo, me han llevao a un hospital, dicen de Catamarca, luego de la sopa me escapé, pasé por la Catedral allí lo ví al Pachequito, ahí estaba en la escalera estaba cómodo, bien cómodo, y la gente le daba monedas.
- - ¿mis cumpas? Me han contao que se los comió la selva, el puma, le han picao la yarará, pero me parece que li a hecho mal, que no tenían agua, ni colcha, ni chapa, eso le ihecho mal, muy mal.
- ¿si etoy enojao? Nooó que bua ta viejita, que bua tá, eramos como 25 y nos juntaron a todos, si nos volvimos a ver aquí mesmo en la entrada del cielo o paraíso nosé que, me dijo un coso, que le dicen Pedro, que me fije que día era 25 de Noviembre del 2.011.
- ¿Por qué la fecha? Bueno ese Pedro nos hizo mirar pá bajo me dijo, allí están las puertas del infierno, ¡miren miren quién entra!, ¡uuuuuhhh! Gritó fuerte Pachequito, lo vió al Bussi entrar, la Pachamama cerró su ombligo, “pá qué no escape”, entre llamas y monstruos que lo devoraban, el Mikilo también lo arañaba y mordía, él Bussi gritaba mucho ¡yo no fuiií!, fue la Polecía, la Polecía fue, lo juro lo afirmo, gritaba como decesao y se le veía las venas rojas de los ojos rojos, vá allí abajo todo es rojo y me han dicho que al coso ese no le gustaba los rojos.
- Yo escuché por ahí, Dantesco son las penas del infierno, Dantesco el fuego y el hielo eterno, ¡uufff!... chango, ese Dante recitaba a mi lao “a mitad del camino de la vida en una selva oscura me encontré, porque mi ruta había extraviao… ahí el castigao del Bussi se fue al infierno, al dité, me dijo uno que se presentó como el Virgilio, nosé que será eso del dité, pero bueno con lo chango tamo felices, aquí con Diosito que nos abriga todas las noches y nos dá fresco bajo una mora todas las siestas con mate y rescoldo, ¡TOMÁ PÁ VÓ JA JA JA JA JA JA!.
Reportaje al Mendigo desconocido; que una noche del 14/07/77 fue secuestrado en la Ciudad de San Miguel de Tucumán y arrojado junto a otros veinticuatro, en el frío y desértico paraje de Catamarca llamado el BAÑADO DE OHUANTA. El motivo, la visita del Presidente de facto Jorge Rafael Videla para conmemorar la declaración por los derechos del hombre y el ciudadano en Tucumán.
Sólo dos mendigos sobrevivieron.
Fernando Barboza
"... el cuento es difícil de leer, porque contienen palabras no escritas, preposiciones mal utilizadas, es el viejo idioma del pueblo sin letras escritas, se comunicaba perfectamente así; pues es el KAKAN, cimiento del sonido y el significado de la mitad de todo lo que somos en la tierra del Tucucumanao.
Así hablábamos en el siglo con mis amigos del barrio."
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